La fidelidad es algo que todos deseamos tener. Contar con alguien incondicional es algo que nos aporta mucha felicidad y seguridad. Claro que la fidelidad es algo que hay que trabajar mucho, no surge de manera espontánea, sino que hay que hacer un trabajo arduo, de día a día para llevarla a cabo. Sin embargo, algunos piensan que la fidelidad no solo no es necesaria, sino que obstaculiza las relaciones de pareja, lo cual es absolutamente errado, porque es precisamente al revés. Es necesario que haya una fidelidad recíproca en todas las parejas y es necesario que la misma se lleve a cabo por parte tanto del hombre como de la mujer. El hombre a menudo cree que ellos están en el derecho de ser infieles, pero eso es algo tan macabro como equivocado. Eso no muestra nada más que una deshonestidad tremenda y una falta de lealtad para consigo mismos. Ellos creen que así tendrán más experiencias para hacer más cosas con sus parejas, pero es al revés, así harán cosas a sus parejas que éstas en realidad no van a querer ni les van a agradar. Es entonces cuando surge el conflicto, aunque el problema surge antes incluso de que empiece la infidelidad, el caos comienza cuando el hombre comienza a pensar en esa posibilidad. Es el hombre más que la mujer quién piensa en hacer eso. No es cultural, no lo es. En realidad, piensan en ello, porque se creen superiores, el hombre tiene complejo de superioridad y eso es algo que hay que sanar en ellos.
La mujer y el hombre son a veces infieles por motivos distintos. Mientras la primera va buscando el amor de su vida, el segundo cree que el sexo vacío de amor le dará un placer que nunca da, y para conseguirlo llegan a situaciones extremamente molestas para ellos y sus parejas cayendo en el bucle de la insatisfacción.
La mujer sin embargo no quiere ser infiel, cuando la mujer llega a ese punto, generalmente rompe con su pareja y se va, incluso aunque no haya encontrado aún un sustituto. Lo que realmente sucede es que la mujer no busca nunca un sustituto. La mujer va buscando en el fondo su único verdadero amor. Eso es lo que desea la mujer, ser amada completamente, y cuando no se siente así, busca otros hombres para satisfacer esa necesidad profunda, no para tener sexo esporádico, sino para encontrar por fin ese gran amor que por fin las valorara, les devolverá su dignidad como mujer y las hará felices, por eso la mujer en realidad nunca es infiel, aunque algunas lo sean. Ellas no buscan ser infieles, ellas buscan una y otra vez el gran amor de su vida. Sin embargo, la mayoría de los hombres busca otra cosa, buscan experiencias extremas, y cada vez de mayor calibre, porque se creen que el sexo es lo máximo en su vida, pero en realidad se van dando cuenta que cuanto más sexo vacío de amor tienen, menos satisfacción, y cuanto más sienten esto, mas necesitan buscar modos extremos a veces incluso enfermizos y exageradamente insanos para provocar en ellos una erección que cada vez será más difícil de alcanzar. Por eso el hombre en realidad vive en un bucle de profunda insatisfacción, y cuanto más infiel es, menos feliz es, y más dificultades tiene para conseguir una erección natural y sencilla. Llegan a situaciones tan perniciosas, que llegan a creer que hay que hacer daño para sentir deseo, esas situaciones tan extremas terminan por arruinar sus vidas, porque la realidad es que ninguna mujer normal se excita con eso, sino que al revés las daña de una manera trágica y dolorosa y necesitaran años sino es vidas para poder sanar de semejantes experiencias aterradoras y denigrantes para cualquier ser humano.
Ahora te hablaré de lo que es el sexo bueno, ese que genera satisfacción prolongada, basada en la dulzura, en el amor y la fidelidad, y no en aberraciones extremas que conducen a la destrucción.
Pero bueno, también pensaras que la satisfacción con el sexo es importante, y en realidad lo es, y mucho, pero no es precisamente el sexo lo que da la satisfacción prolongada, ni mucho menos. ¿Cuánto dura el placer de un orgasmo?, ¿un segundo?, ¿dos?. No sé muy bien porque depende de cada persona, pero lo que si te puedo decir es que eso es absolutamente mísero, que no es nada en realidad, es como querer hacer que algo grande pase por un sitio pequeño. Hay algo maravilloso fuera, muy especial, mucho muy especial, que podría aportar una satisfacción prolongada en el tiempo, pero que casi nadie intenta. Y sí, ahora sí hablo de sexo, pero de sexo bueno. Porque ese es el problema, que en el mundo no hay sexo bueno, hay muchas aberraciones tras aberraciones, y no las voy a contar, porque ni siquiera las conozco, y tampoco las quiero conocer, pero sé que existen. ¿Entonces te preguntaras y cuál es ese sexo que puede aportarnos tanta satisfacción? Pues es muy sencillo, un sexo lleno de placer, mezclado con amor y fidelidad, eso es lo que hace que el sexo sea superior, pero nadie lo sabe de verdad, la gente se cree que las experiencias extremas son superiores y es justo al revés, las experiencias llenas de dulzura y amor son las que verdaderamente nos conducen a un clímax total, pero la gente esta muy extraviada con esos temas, se piensa que eso no es real, pero algunos de los que leéis sabéis que si es real.
Las claves para hacer feliz a tu mujer con el sexo y en consecuencia sentirte más viril y feliz, no son precisamente el sexo fuerte, sino al contrario. Atrévete a preguntarle a tu mujer qué le gusta de verdad, y tú, amiga, atrévete a decir la verdad que a veces callas para que él no se sienta humillado.
Pensarás que hacerle cosas fuertes a tu mujer está bien porque crees que así ella disfruta más, pero en realidad no. Esas cosas puede que no le gusten. ¿Por qué no le preguntas y esperas a que te diga con sinceridad qué es lo que realmente la satisface?. Porque aquí está la clave, la satisfacción de ella te hará sentirte muy viril, te hará sentir que realmente eres un hombre en toda regla. La realidad es que no tienes que aprender nada con otras personas, con quien tienes que aprender todo sobre sexo es con tu propia pareja, eso y nada más que eso. Confía en vuestro amor, dile cositas bonitas al oído, pregúntale cómo le gusta. Ella recordará sus primeras veces en que realmente fue feliz de verdad y te lo hará saber. Y si ella está dañada porque aún no ha sido amada, dile esas cosas que te gustaría escuchar para ti mismo, verás que ella sin querer te repetirá poco a poco a ti también estas mismas cosas. Jamás insultes a tu mujer para excitarla, eso no excita, eso daña. Ten una compasión extrema, mira su cuerpo con amor, con dulzura, dile que para ti es perfecta, que jamás creíste encontrar un amor tan grande como el de ella, esas cosas verás que, si la excitarán de verdad, esas cosas, si que harán que podáis conseguir mayor placer y prolongar la satisfacción hasta la vejez. En realidad, los grandes amores son para siempre, si una pareja se deja es porque no han sabido luchar por su amor o porque sencillamente no se amaban de verdad.
Para disfrutar de un sexo saludable y mutuamente satisfactorio, es necesario desaprender ciertas prácticas extremas y volver a prácticas más tradicionales, que hicieron que muchos de nuestros mayores disfrutaran del sexo de un modo más simple y sencillo, a la vez que gratificante.
Las cosas fuertes que le haces a tu mujer la dañan. Pensarás que no, pero algún día comprenderás que realmente es así. Para poder seducir a tu mujer sin perjudicarla y tener sexo placentero y duradero, para conseguir excitarla con solo mirarla, con solo rozar su mano un instante, es necesario lo siguiente. Has de desaprender todas esas cosas extremas que has experimentado con otras mujeres y que has enseñado a la tuya. No voy a decir qué cosas hay que desaprender porque realmente desconozco la mayoría de las practicas que se están realizando, pero confío plenamente en que tú junto y tu mujer sabréis distinguir qué es inapropiado y qué es bello y sano. Entonces una vez que hayáis desaprendido tendréis que comenzar a hacer sexo tradicional y veréis que eso os gustará más a ambos, por lo menos a la gran mayoría. Sé que no es fácil de comprender esto, ni siquiera para mí misma, pero siempre he confiado en nuestros mayores, y algo me dice que la solución va por allí. Siempre hay algo saludable en los refranes y enseñanzas antiguas, y no están allí por casualidad, están allí porque en realidad es un regalo para conducirnos hacia el camino de la felicidad.
Para gozar de un sexo con amor es necesario descubrir si realmente amas a tu pareja o si solo os usáis, ya que esto último está irremediablemente condenado al fracaso, pero si hay amor autentico hay un gran potencial de disfrute prolongado y duradero, en donde la mujer deberá decirle con franqueza al hombre lo que realmente le gusta, conectándose para ello con lo profundo que anida en su corazón.
Y claro, la cuestión ahora es cómo desaprender todas esas cosas inapropiadas que ya practicáis juntos. No os preocupéis es muy sencillo. Primero tenéis que discernir si estáis juntos por sexo o porque os amáis. Si es solo sexo duro y puro, entonces no hay solución, seguiréis haciendo lo mismo hasta que ya no encontréis cosas nuevas mas duras con las cuales saciaros, y entonces os dejareis por común acuerdo, sin ningún tipo de sufrimiento, pero muy debilitados y decepcionados de los dos, y buscareis otra pareja con la cual repetir este mismo ciclo morboso que ira dañando cada vez a mas personas. Esa es la cruda realidad. Ahora bien, si realmente os amáis, la potencialidad del camino es enorme, podéis conquistar la cima con mucha naturalidad sin mayores problemas, podréis ser felices muy fácilmente, pero hay primero que desaprender, y para ello el papel de la mujer es fundamental, porque ella es quien deberá decir esto me gusta y esto no, y el hombre respetará y dirá, vale esto sí y esto no. Y así de fácil será. La mujer debe conectar con su corazón profundo y preguntarse interiormente, ¿esto realmente me esta gustando o me está dañando?. Así de fácil es.
Si miras pornografía para tener sexo, es necesario averiguar ciertas cosas sobre ti mismo, y quizás haya que consultar a un psicólogo experto, porque la realidad es que esto en vez de ayudar a aumentar el placer cada vez hace que disminuya más.
Algunos hombres recurren a la pornografía como medida extrema para provocar placer en su mujer, y no se dan cuenta que cada vez que hacen esto, en realidad se están dañando mucho los dos. Lo que hay que hacer es dejar de mirar todo eso. Esto es muy importante, no mirar ni imágenes, ni videos pornográficos, ni siquiera eróticos, es necesario únicamente hacer el amor con amor y ya está. Si miras eso mientras practicas estarás dando un golpe atroz a tu mujer y otro a ti. Pero pensaras que no, que es una ayuda, pues no, es justo lo contrario. Ahora bien, si ya estas acostumbrado a mirar eso, ¿qué puedes hacer?. Pues lo que tienes que hacer es preguntarte a ti mismo si te gusta mas mirar o hacer. Si te gusta más mirar entonces el problema es grave, porque tendrás que acudir al psicólogo y averiguar en qué primera experiencia eso sucedió, por qué te pasa eso, si quizás has sido violado y no lo recuerdas, y es por ello que prefieres mirar más que hacer. Pero si te das cuenta de que prefieres hacer, entonces la solución es muy sencilla, lo que debes hacer es mirar a tu mujer con amor, y tu mujer a ti con el mismo amor. Deciros cosas suaves y bonitas que ya sabéis os gustan a los dos, recordar quizás esa primera vez en que os amasteis y qué fue lo que más os gusto y decirle a tu pareja, ¿por qué no me dices esto otra vez?. Entonces así podréis progresar antes. No pasa nada por explicar, o por pedir, eso esta muy bien, hay que explicar y hay que pedir, los dos, y es la mujer que debe de terminar con el tabú insensato de que su hombre tiene que adivinar lo que quiere. Eso es absolutamente irracional, ni los adivinos saben esas cosas, cómo las va a saber tu pareja si no se las dices con sinceridad. Es necesario ser más sinceros y transparentes y deciros con franqueza que os gusta de verdad.
Lamentablemente muchos jóvenes están ya iniciándose en su sexualidad de la mano de la pornografía, dañando brutalmente su potencial sexual. Es necesario frenar estas conductas de manera tajante antes de que éstos pierdan toda esperanza de recuperar la vivencia de una sexualidad plena y satisfactoria. Ya se sabe que en estas cosas hay un gran fingimiento que solo equivoca a los más jóvenes que nunca han experimentado una sexualidad real.
Ahora bien, con respecto al tema de la pornografía he de decir que el tema es más preocupante de lo que parece superficialmente. Los jóvenes de hoy en día tienen sus primeras experiencias mirando estas cosas, y eso les daña para siempre, porque será muy difícil para ellos tener alguna vez buen sexo, porque ese sexo, aunque te parezca exagerado, tengo que decir con total franqueza que es de extremadamente dañino. Esa es la realidad, inconscientemente todos participan en ello para hacer el mal a la gente. Quienes hacen el amor así no disfrutan, solo fingen, y cada vez necesitan mas medicaciones para permitirse vivir eso. Es la vida mas misera que existe, la que nadie querría para nadie, y mucho menos para si mismo. Es por eso por lo que, si ves eso, no solo te haces daño a ti mismo, sino que le haces mal a toda esa gente que no puede salir de esa vida, para buscar medios de subsistencia mejores, que les conduzcan a caminos mas prósperos. Por eso en realidad ver pornografía es un gran error.
Si siendo mujer gustas de ver pornografía has de preguntarte si prefieres excitarte con ella, o si prefieres que tu hombre te seduzca con amor y te lleve a un clímax en donde tu puedas sentirte realmente amada. Recuerda que la sexualidad es fuente de gozo y no de perversión. No permitas que tu pareja te muestre estas cosas si no quieres vivirlas realmente.
Pero si eres mujer y has visto pornografía y te ha gustado, piensa si realmente te gustaría que tu pareja te hiciese esas cosas en realidad, o eso solo es una excitación potencialmente peligrosa, para luego hacer el sexo que te gusta en realidad. ¿Crees que realmente necesitas esa excitación previa o preferirías que tu hombre te estimule con amor, te diga cosas bonitas al oído, se acerque dulcemente, te toque con cuidado y amor, te arrulle entre sus brazos, te haga sentir única y especial?. ¿Qué prefieres que haga para excitarte, esto o que te pongan una peli porno?. Si no quieres esto último, no lo permitas. Quizás lo haces porque temes perder a tu pareja, pero eso no es así, haces al revés, permitiendo eso te haces daño a ti misma y a tu pareja. Lo que tienes que hacer es poner un limite claro y contundente, y decirle a tu marido que eso no te gusta y ya está. Nada más fácil que eso. Es posible que entonces creas que luego el querrá mirarlo a solas. Pues sí, es muy posible, pero entonces le dirás que no puede buscarte encendido, porque lo que tiene que hacer es excitarte del modo que te gusta y no así. Ahora bien, si tu marido se lo gana y te excita con amor, mira tu a ver si realmente lo que él hace para excitarte está limpio y te agrada o si te disgusta. Si te disgusta díselo, explícale que no quieres eso. No temas que se vaya con otra, seguramente será al contrario, aprenderá a valorarte más y le harás un gran bien a él y a vuestra relación.
Si eres hombre y gustas de la pornografía has de saber que estas asumiendo un riesgo muy grande, porque tu erección necesitará cada vez de estímulos mayores, y llegará el momento que ya ninguna aberración por horrible que sea te generará la erección que quieres. Debes huir inmediatamente de todo eso, y evitar caer en esa situación, porque solo te daña a ti y a tu pareja.
Si eres hombre y estás acostumbrado a ver pornografía, e incluso la usas para excitar a tu mujer, has de saber que eso es absolutamente erróneo. Cada vez que haces eso estas perdiendo tu virilidad. Te creerás que es al revés, pero no lo es. Cada vez que lo haces estás provocando la necesidad de tener estímulos mayores para generar una erección, y lo que estás haciendo es perder tu masculinidad real. Eso es lo preocupante del tema. Sería bueno que te leyeses mi artículo «Claves sobre el placer y la satisfacción» porque allí entenderás porque eso sucede de este modo. Por lo tanto, tienes que combatir con mucha fuerza esa tentación. Tendrás que ponerte pequeñas metas. Quizás ver cosas menos fuertes, en vez de cada vez más fuertes, y entonces comprenderás el daño que te estás haciendo a ti mismo y en consecuencia a tu pareja.
Pensarás ahora que la fidelidad es más importante de lo que crees, y es verdad, pero hay que ganársela, y no es seduciendo a otras mujeres u hombres, sino aprendiendo a seducir a tu propia pareja, a la que has elegido por amor, que por algo será por lo que estas con ella. Observa qué sientes a su lado y descubre si realmente la amas o no, esa es la clave que te indicará si debes seguir adelante con esa relación o no.
Llegados a este punto, ¿crees que es importante la fidelidad o que eso no es baladí?. La verdad es que es mucho, muy importante. Lo más importante que existe en una relación de pareja. La fidelidad hace que crezca el amor juntos y quien no la respeta está haciéndose daño a si mismo y a su pareja. Conozco una pareja que él fue infiel a ella, él tuvo un descuido de una noche sin querer y se acostó con una mujer cualquiera. Su mujer nunca lo supo, pero algo en su interior le decía que su hombre olía distinto ese día, que hacía cosas distintas aprendidas en ese desliz, que no se comportaba igual, que estaba incluso un pelín a disgusto, que no había la misma transparencia entre ellos, y cosas por el estilo. Fue así como la mujer fue sembrando poco a poco una duda en su corazón con respecto a su pareja, pero sin decir nada, porque parecía que todo era aparentemente normal. No hablar nada con él para aclarar, hizo que la pelota cada vez fuese más grande hasta que ella enfermó. Ella actualmente sufre de varios episodios de paranoia, nadie sabe bien por qué surgió esa enfermedad, pero tiene mucho sentido. Los especialistas saben que rumiar una duda largamente con respecto a alguien tan amado puede generar este tipo de descompensaciones. Esa mujer ahora sigue tratamiento médico, está mejor, pero cree que está muy enferma, pero en realidad sin querer fue él quien contribuyó de algún modo a que ella enfermará, con independencia de que además hubiesen más motivos.
Para saber si realmente tu pareja es la adecuada debes primero investigar si realmente lo es, debes de decirle con sinceridad lo que quieres, debes pedirle eso que ella o él te pueden dar, y a partir de allí descubrir si realmente quieres seguir con tu pareja o no, porque la realidad es que si no hay amor es mejor perdonar y dejarse lo antes posible.
Si en una pareja alguno falla y es infiel, es preciso investigar profundamente antes de tomar una decisión con mayores consecuencias. Antes de haceros saber ese error, es preciso analizar con mayor profundidad. Si la mujer es la que falló debe de decir al hombre que necesita más sexo con amor de él, y él estará complacido en dárselo. Entonces la mujer investiga realmente qué pasaba, si era falta de sexo, o era falta de amor, o qué pasaba en realidad. Esto pasa a veces porque la mujer cree que su hombre no la ama de verdad, y va buscando el amor de su vida. Ahora bien, si es el hombre el que falló, tampoco debe de decir nada, simplemente debe de pedirle a la mujer más amor, no sexo, sino amor, y entonces la mujer se sentirá complacida y le dará más amor, y es allí donde el hombre se dará cuenta si en realidad amaba a la amante o a su mujer. Y es entonces cuando llegado este punto, una vez analizada la situación e investigado los motivos, que ambos hablarán con la verdad y dirán la realidad de lo que ha sucedido. Si realmente se aman y creen poder rescatar la confianza, se perdonarán, y continuarán su relación procurando por todos los medios no repetir el error, porque una segunda vez destruiría para siempre la confianza en la pareja y no podrían continuar juntos. Claro que es preciso estudiar hasta qué punto la confianza puede ser recuperada, porque si el perdón no es auténtico, si el cambio no es real, y la confianza no se puede recuperar, la mejor manera de amar al otro es dejarlo, para poder salvarlo para otra nueva relación, en donde habrá aprendido que antes de fallar ha de pedir lo que necesita a su pareja e investigar si la ama, y no al revés, engañar y luego investigar. Si por el contrario, si tras la investigación, observan que no aman a su pareja, y que no hay manera posible de rescatar ese amor que quizás algún día hubo, es mejor terminar la relación en paz, sin amenazas, sin engaños, sin rencor, ni reproche, lo más pacíficamente posible, y perdonándose mutuamente, porque perdonar es necesario en cualquiera de los dos casos, sino el vínculo del sufrimiento permanecerá evitando que puedan ser felices, ya sea juntos o separados. Os invito a ver el artículo sobre perdón «La liberación a través del perdón» Ahora bien, una cosa es un fallo, una infidelidad puntual, y otra un engaño o sucesivos engaños, no se debe en ninguna circunstancia llevar dobles vidas, o coger como costumbre la infidelidad por el motivo que sea. En esos casos no hay que investigar nada, en cuanto el engaño es descubierto, la puerta de la ruptura se abrirá y la relación terminará incluso aunque vivan en la misma casa, cosa que no es aconsejable, porque es fuente continua de sufrimiento. Quién actúa con valor y honestidad, recibirá siempre la ayuda del universo para continuar su camino en paz.
Algunos piensan que infidelidad es solo acostarse con alguien, pero no, puede ser también haberse enamorado de alguien, aunque no haya habido sexo con esa persona. Este tipo de infidelidades son las más dolorosas, y en esos casos hay que asumir el riesgo de dejar a tu pareja e intentar buscar a tu pareja ideal, sea esa de la que estas enamorado u otra.
Es posible que pienses que enamorarte de otra mujer si no hay sexo no es infidelidad, pues si, si lo es, y eso molesta más que haber tenido sexo, porque si eso ocurre está claro que no amas ya a tu pareja y que debes de dejarla. Y dirás, pero quizás la nueva persona no me quiera de verdad, no me corresponda, pues no pasa nada, eso en este momento da igual. De partida no tienes que estar con quien ya no amas de verdad, debes de salir de allí, sanarte, y cuando la otra persona te vea libre entonces quizás, quizás se fije en ti, y si no, no pasa nada, podrás fijarte en otra. Se trata de que las relaciones sean reales, y no en mantener imposturas o crear un sufrimiento cotidiano, especialmente si te sigues acostando con alguien a quien no amas, porque si, hacer eso, si es un grave error, que desgastará la persona y la potencialidad de la sexualidad, además de dañar el corazón de ambos.
La libertad y el amor son extremos de una misma realidad, la una no existe sin la otra, pero libertad no es dañar al otro, libertad es procurar el bien del otro de maneras diversas, por ello, si amas a alguien déjalo libre, si vuelve a ti es tuyo, y si no lo hace es que quizás nunca lo fue.
Ahora bien, muchos se piensan que el amor es libertad, y lo suscribo, una cosa no puede existir sin la otra. Pero una cosa esta clara, si realmente quieres a tu pareja, no la engañaras con nadie. ¿Por qué mucha gente piensa que libertad implica infidelidad?. Esto es un Grave, muy muy muy grave error, una persona que ama de verdad jamás engaña. Una persona que ama, es verdad que deja que el otro sea libre, pero no para engañarla, sino libre para ser él o ella misma, la libertad de permitir que el otro goce con lo que le gusta, la libertad de permitir que el otro piense y tenga sus convicciones propias y no las tuyas, la libertad de que el otro pueda decirte que no a lo que no le gusta y no hacerle chantajes para que esté sometido a tus deseos, la libertad de que el otro tenga espacios para tener todo tipo de hobbies y amigos (aspectos muy favorecedores que enriquecen la relación), libertad para dejar que el otro ame con libertad a otras personas de manera fraterna, sin dudar jamás que le será infiel, la libertad de que el otro sea capaz de decir lo que no le gusta de ti, y no tener que callar continuamente lo mismo porque sabe que te enfadas, la libertad de que el otro pueda dejarte si ha dejado de amarte, la libertad de que el otro pueda ser dejado si has dejado de amarlo, todo esto si es libertad, y todo esto si es amor. Porque si amas alguien déjalo libre, si vuelve es que es para ti, y si no es que quizás nunca lo fue. Esa es la realidad, la verdad sobre el amor. Fidelidad es amor en mayúsculas, e infidelidad es traición grave y muy grave en mayúsculas. Así que decide tu que quieres para tu vida, tener un gran amor especial, o querer vivir engañado en un desamor que no te hará jamás feliz. Decide tu que quieres hacer de tu vida. Construir el milagro de vivir el amor pleno en la tierra o destruir tu vida con predicamentos morales, que no hacen bien a nadie, absolutamente a nadie. Ahora bien, si quieres ayuda sobre este tema, debes pedirla, pero no a un psicólogo cualquiera, debes de acudir a un sitio que realmente sea honesto con el tema, porque hay mucha gente confundida con estas cosas, porque en este período por el que atraviesa la humanidad no podemos ver con claridad muchas cosas importantes, que para nuestros abuelos y bisabuelos eran más claras.
En definitiva, la libertad es amar sin condición, es dejar al otro ser uno mismo, y permitirnos a nosotros mismos lo mismo, eso si es libertad, lo demás es solo una fantasía para excusarse de errores y de traiciones imperdonables.
En conclusión, la libertad no es nunca infidelidad, sino la condición necesaria de cómo ha de vivirse el amor, pero no para dañar, sino para lo contrario. Como dice Daniel Andreiev, “La Conciencia es la meta, el Amor es el camino, la Libertad es la condición”. El amor se construye entre otras cosas, con fidelidad, y no con lo contrario. En realidad, el cimiento más importante del amor, y uno de los ingredientes indispensables, es la confianza. Cuando ésta se rompe ese amor puede perderse. Es preciso que el Amor se fundamente en una gran confianza, la de poder depositar tu vida en las manos del otro y viceversa, y para ello es indispensable la fidelidad. Cualquier cosa que se salga de esto son falacias, autoengaños y excusas para actuar de manera ruin y así encontrar justificación a unos actos que solo dañan y aportan sufrimiento, y que son todo menos amor y libertad.
En definitiva, te invito como siempre a disfrutar del amor, a ser libre, a descubrir tu verdadero potencial, y a vivir una sexualidad plena y saludable con tu pareja ideal, porque si, todos tenemos aquí en la tierra esa persona especial que nos hará más felices que otras, solo hay que tener paciencia y esperar y no ceder con la primera persona que se atraviese en tu camino, porque eso si podría hacerte perder a tu pareja ideal.
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2 comentarios. Dejar nuevo
Entre por el artículo de placer y satisfación y ahora leo este, me pareces una maestra, muy completo, aún que lo que ya se más y lo que menos, impacta e inspira confianza.
Hola Rubén, me alegro que te hayan gustado esos dos artículos. Anímate a leer el resto. Son muy buenos también. Cuando quieras llámame al teléfono que aparece en mi web y hablamos y me cuentas quien eres, que no tengo conocimiento aún de tu persona. Un abrazo.